Mes de la justicia

Las leyes humanas son tan débiles y cambiantes como los ríos

¿Quién hace las leyes? ¿Los magistrados, congresistas, senadores, diputados, gente del común, gente? ¿Qué hace que la ley le aplique 23 años y tres meses de cárcel a un asesino y 20 años de cárcel a un ladrón?. Ocho años para uno que le dio por echarle ácido a otro ser humano!
¿Y las cárceles?
Van a la cárcel y si no los matan ahi adentro los vuelven peores de bandidos, y salen, como "Popeye", la mano derecha de Pablo Escobar quien se define como un sicario de talla mayor, con miles de muertos en su hoja de vida y se enorgullece por su capacidad de inteligencia militar y su naturaleza de sicario. Suelto, él, con guardaespaldas en las calles de Medellín. Dice que sin poder tener un arma, "pero mis amigos las tienen", explica en una entrevista. Y todos sabemos, ya sea por primera o segunda mano, o por puro sentido común que desde las cárceles planean su próximo movimiento, no tienen mucho qué hacer, están al margen de la ley del miedo. Terror.
Qué feo debe ser estar en una cárcel, algunas son de oro otras son de cemento.
¿Qué podría pasar si toda esa maldad se enfocara para hacer el bien? ¿Qué país sería Colombia? En qué clase de mundo viviríamos?
El hijo de Pablo Escobar, regresando a Colombia a estrecharle la mano a los hijos de los muertos del padre: los Galán, los Hoyos, y todos en actitud de perdón y reconciliación. Tantos muertos, tanta mentira, tanta corrupción. ¿Quién dice la verdad? No entienden que al irse de este mundo no se van a llevar nada, que así se defiendan con bala nadie los va a defender de sus propias mentes.
Me gustaría invitarlos a unas clases de yoga. Me gustaría llevar yoga a las cárceles de Colombia y visitar a un par de amigos que están metidos allá sin mayores culpas, tal vez porque se dejaron nublar por el sueño de ser millonarios y pensaron que el fin justificaba los medios. Cómo me gustaría que la gente que hace las leyes hiciera yoga! 
Desde el frío de una cárcel o de una tumba o de un mal recuerdo, desde el corazón de un ser humano que esta herido porque pago el precio de la ignorancia. Desde ahora y para siempre hay una salida, sólo tenemos que ser conscientes del enrome poder que tenemos para hacer el bien, para vivir en comunidad, para crear las leyes y aunque, todo cambia, la justicia prevalece.
Declaro a enero el mes de la Justicia! Yo, aquí, para tranquilizarme yo misma y al que lea esto.
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Sofia P. Webber- Instructora de yoga, periodista y animista.