Primero escuché la música.
Y luego la vi bailando al ritmo del llanto de los presentes, algunos culpables y otros inocentes. Y así llega; unas veces rápido y otras lento. Dejando sufrimiento, culpas y lamentos. Unas veces rabias, otras excrementos. Tal vez risas, recuerdos, montañas rusas, ruedas de la fortuna, carruseles. Esperamos nuestro turno. mienstras su música suena; estridente, silenciosa e inclemente. Absurda, contradictoria y demente. Dejando interrogantes, lágrimas y culpas. sigue la canción. Unos la escuchan y otros la ignoran; fría y manifiesta. Algunos ya cansados y viejos; otros en plena fiesta. Su música en vez de asustarme me incita. Nadie tiene por qué sufrir, Nadie tiene por qué morir. Por favor no insistan. No sigue reglas, ni etiqueta. No respeta plegarias. No se queda quieta.
1 Comment
Leave a Reply. |
Author: SOFIA PUERTAI believe in the power of words. Let our actions speak for us. Categories |