Hace unos 9 años mi amiga Tiziana me envió desde Madrid a tres ángeles, como parte de su bondadoso corazón y de una cadena creada en alguna parte del mundo, de alguien que se le ocurrió la brillante idea de que llegaran ángeles a visitarlo a uno. Me pareció lindo el experimento y con mucho cuidado seguí las instrucciones. Yo vivía sola en la cuidad de Los Ángeles, en la parte de atrás de la casa de mi editora, en una especie de torre donde recuerdo que hacía mucho frío. Según entendí, los ángeles se acomodarían a cualquier circunstancia, así que con mucho cariño limpié mi lugar y los recibí con flores, frutas, una vela blanca y una vaso de agua para cada uno. Ellos pasaron felices conmigo, y yo con ellos, les dejé escritos tres deseos en el altar y les di las direcciones de las tres personas donde debían viajar una vez terminada la visita.
Recuerdo muy bien que durante tres días no sentí frio en esa torre, sentía como si una ola de calor y armonía hubiera entrado y se hubiera quedado. Los Angeles me acompañaron a todos lados, fuera yo en patines, en el carro, o en parapente. Sentía como si tuviera tres mejores amigos, invisibles, apoyándome en cada momento. Yo no quería que se fueran, pero debía soltarlos para que llegaran a sus nuevos destinos; donde mi hermana, mi mamá y a la casa de mi amiga Josefina. Uno de los deseos que escribí en el papel era conocer a mi principe azul y seguir enseñando, y cómo siempre pedí ayuda con Shiwido™. Me acuerdo que estaba pasando por un momento laboral muy difícil porque había renunciado a escribir un nuevo libro para una persona famosa y a mudarme a Miami. Mi vida se había revolcado un poco. Los ángeles me mostraron varias cosa, en los sueños y también me dieron información que me han servido a lo largo y ancho de mi vida. Puede ser mi imaginación, mi fe, mi certeza y tal vez mi poco conocimiento sobre estos seres de luz, lo que sé es que pasamos felices y nos reímos muchísimo! Ayer, otro corazón bondadoso llamado María T, me envió los Arcángeles. Esta vez son siete. A pesar de la advertencia de mi mamá que conoce mucho sobre la religión católica, me dijo que la iglesia solo reconocía tres arcángeles, Miguel, Gabriel y Rafael. Ella me dijo, yo los recibo hija, pero recibo a solo tres... Pero vienen con Jofiel, Zadkiel, Uriel y Chamuel. Tal vez esta vez vengan con toda la gallada, toda la legión, conocida y quizá por conocer. Yo si los recibo a todos! Los siete alados llegaron anoche a mi casa en San Diego. Según las indicaciones debía recibirlos a las 10:10 pm pero me atreví a pedirles que por favor llegaran más tempranito, ya que esa hora generalmente estamos dormidos. Entonces les abrí la puerta a las 7:10 pm. y los saludé a uno por uno. Me los imaginé a cada uno y a uno en especial con aspecto femenino. Mi esposo, Paul, quien se divierte con mis ocurrencias, saludó a los Angeles a su manera y según me vió limpiando y haciendo todos los preparativos: las flores, la manzana, los deseos también se preparó el mismo para que por estos siete días, yo seguramente hable sola y esté callada más de lo normal, tenga sueños más mágicos que de costumbre y quién sabe que más ocurra con este experimento. Ojalá Paul pueda abrir su mente científica a esta clase de milagro invisible y podamos sentir juntos con plenitud la visita de siete arcángeles que viajan a donde la gente realmente quiera recibirlos. Esta es una visita muy especial y realmente estoy honrada de tenerlos. Hoy hicimos yoga por la mañana, meditamos, cantamos, desayunamos, nos fuimos al mar a nadar, volvimos a almorzar, estudiamos budismo, leímos, escribimos y algunos se acostaron a hacer una siesta mientras que yo revicé una clase que di ayer. Ahora vamos a tomarnos un jugo, y ya les contaré más detalles.
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Author: SOFIA PUERTAI believe in the power of words. Let our actions speak for us. Categories |